Preguntas frecuentes sobre la terapia con células madre para el autismo

Docenas de ensayos clínicos llevados a cabo por investigadores han demostrado la seguridad del uso de la terapia con células madre mesenquimales (MSC). Podemos estar seguros de que las células madre no dañarán de ninguna manera al paciente.

Estamos seguros tanto de la seguridad general de las células madre como de la seguridad de las células mesenquimales obtenidas de la sangre del cordón umbilical y las placentas, que empleamos en nuestra clínica:

Seguridad de las células madre en general. Las células madre mesenquimales tienen propiedades inmunomoduladoras, lo que significa que pueden reducir la inflamación e inhibir las reacciones inmunitarias que podrían ocasionar daño o rechazo tisular. También suelen carecer de moléculas MHC de clase II, lo que las hace menos propensas a desencadenar una respuesta inmunitaria.

Conviene tener en cuenta que, aunque la terapia con células madre se considera segura, una sobredosis puede resultar bastante perjudicial: entre las posibles consecuencias figuran la sobrecarga vascular, la formación de coágulos sanguíneos y la retención en los pulmones, que puede derivar en insuficiencia respiratoria. Por este motivo, por razones de seguridad, determinamos la dosis para cada paciente de forma individual, sin superar nunca la dosis máxima de seguridad.

Seguridad del producto que empleamos. Las células madre mesenquimales derivadas de cordones umbilicales y placentas se cosechan en un ambiente estéril, lo que asegura que no haya riesgo de contaminación. Estos tejidos generalmente se descartan tras el parto, lo que hace que el proceso de extracción sea éticamente sencillo y no invasivo. Antes de donar las células, los donantes se someten a un examen médico completo para garantizar que gozan de buena salud, que no tienen infecciones ni posibles factores agravantes.

Antes de ser usadas en tratamientos, las células madre mesenquimales se someten a una serie de rigurosas pruebas para garantizar su pureza, viabilidad y esterilidad. Esto incluye comprobaciones de contaminación bacteriana, fúngica y vírica, así como pruebas genéticas y moleculares para confirmar su identidad y función.

Puedes obtener más información acerca de la seguridad de las células madre en nuestro artículo.

Por lo general, los resultados se presentan en 1–3 meses después del tratamiento, con el pico a los 6 meses y hasta 1 año. A veces, los primeros signos de mejoría se pueden percibir durante el curso del tratamiento. Conviene tener en cuenta que cuanto más joven sea el paciente, mejores serán los resultados potenciales.

Las células madre pueden durar en el cuerpo de un paciente hasta 6 u 8 meses. Si bien están presentes en el cuerpo, crean una ventana de oportunidad para que el niño aprenda cosas nuevas y desarrolle habilidades, como el contacto visual, los conceptos básicos de autocuidado, las habilidades de comunicación, etc.

Lo que el niño sea capaz de aprender durante ese periodo permanecerá con él para siempre, lo que implica que la mejora será estable y no habrá regresión al estado anterior al tratamiento.

Un tratamiento en la clínica suele durar de 3 a 9 días. Suele aplicarse una inyección al día, además de un par de procedimientos no invasivos, como inhalaciones.

Si los resultados son satisfactorios, puede volver y repetir el tratamiento para maximizar las mejoras. Solemos recomendar que los pacientes se sometan al siguiente tratamiento como muy pronto 6 meses después del anterior.

Empleamos células madre de sangre de cordón umbilical y de placenta, que se administran mediante inyecciones intravenosas e intramusculares. Para garantizar la comodidad del paciente, usamos sedación suave cuando es necesario. Nuestro tratamiento también incluye la inhalación de exosomas.

Depende del estado del paciente y del tipo de administración, pero por motivos de seguridad, normalmente no introducimos más de 3 millones de células por kilogramo de peso corporal del niño cuando se administran por vía intravenosa.

Aunque el 80 % de nuestros pacientes informan de mejoras, la terapia con células madre no es una píldora mágica. El trastorno del espectro autista no es una enfermedad per se y no tiene cura conocida. Pero las posibles mejoras no son nada desdeñables:

Los resultados individuales varían en función de la edad, la gravedad de la afección y otros factores.

Los efectos secundarios son solamente temporales y pueden ocurrir directamente tras el procedimiento: básicamente, un ligero aumento de la temperatura en el transcurso de varias horas, náuseas o malestar general, e incluso esos efectos secundarios solamente ocurren en el 5 % de los casos.

Este tratamiento no tiene ningún efecto secundario duradero.

Técnicamente, sí, pero generalmente lo desaconsejamos.

En primer lugar, las células del donante tardan aproximadamente un mes en cultivarse, lo que supondría tener que acudir dos veces a la clínica: primero para la extracción de las células y posteriormente para el tratamiento propiamente dicho del niño. En segundo lugar, el TEA en ocasiones puede ser genético, lo que significa que las células madre de los padres podrían no resultar tan eficaces para tratar el autismo en el niño como las células del donante sin antecedentes de TEA en la familia. Y, por último, comparadas con las células madre de donantes procedentes de la placenta o el cordón umbilical, las células de donantes adultos suelen ser menos numerosas y menos activas.

Por estos motivos, generalmente recomendamos usar células de un donante que no sea el padre de un paciente, con todas las comprobaciones y precauciones de seguridad necesarias. No obstante, siempre puedes comentar este tema a tu médico de consulta y llegar a una decisión final juntos.

El riesgo de cáncer solamente está presente cuando se emplean células madre embrionarias o fetales. No obstante, en nuestra clínica, empleamos exclusivamente células madre mesenquimales adultas (MSC) para la terapia.

Estas células madre se derivan de tejidos adultos y no de fetos o embriones. En consecuencia, las células madre mesenquimales no poseen la capacidad de diferenciación descontrolada y de formación de tumores. Muchos estudios han demostrado el perfil de seguridad de las células madre mesenquimales, lo que tranquiliza sobre su uso en aplicaciones terapéuticas.

Además, antes de ser empleadas en tratamientos, las células madre mesenquimales se someten a pruebas rigurosas para garantizar su pureza, viabilidad y esterilidad, incluidas las comprobaciones de cualquier mutación genética que pueda provocar cáncer.

No obstante, en caso de que un niño ya padezca una oncología, esto resultará ser una contraindicación para el tratamiento con células madre, puesto que estas pueden estimular potencialmente a las células cancerosas ya existentes para que se multipliquen todavía más.

Alrededor del 80 % de nuestros pacientes experimentan mejoras, como un mejor contacto visual, una mejor comunicación, una mejora de las habilidades de higiene y una disminución de la agresividad y la autoagresión.

No obstante, los resultados individuales pueden variar en función de la edad, la gravedad de la afección y otros factores.

Es comprensible, y estamos acostumbrados a esas condiciones. Esto es lo que realizamos para garantizar que el tratamiento sea eficaz y cómodo para nuestros pacientes.

Personal médico capacitado: nuestro personal está capacitado para trabajar con niños con TEA. Tranquilizan y calman al niño, le hablan de forma juguetona y tranquilizadora y, si es necesario, lo sostienen con mucha delicadeza. Las evaluaciones hablan muy bien de nuestro personal y su conducta. Los padres también están presentes con el niño durante todos los procedimientos.

Ambiente hogareño: para que nuestra clínica no parezca tanto un hospital para el niño, realizamos algunos procedimientos en la habitación, que está diseñada para que parezca el dormitorio de una casa.

Sedación leve cuando sea necesario: se puede administrar un sedante suave a un niño para calmarlo y ayudar al personal con los procedimientos.

Para nuestro programa estándar de tratamiento de TEA, admitimos niños mayores de 3 años y que pesen más de 15 kilogramos.

No obstante, también contamos con un programa de tratamiento «ligero» tanto para TEA como para niños con retrasos del desarrollo, en el que ya pueden ingresar niños mayores de 1 año.

Técnicamente, podríamos. Pero el cerebro de un paciente adulto ya está desarrollado, y no hay mucho en lo que la terapia con células madre pueda ayudar. Cuanto más joven sea el paciente, mejor será el resultado.

No obstante, en nuestra consulta, hay casos en los que la terapia ha ayudado a pacientes adultos con TEA a adaptarse mejor a la sociedad y a hacer frente a los síntomas del TDAH.

Algunas de las contraindicaciones para el tratamiento con células madre en pacientes con TEA son:

El médico consultor determina individualmente en cada caso la posibilidad de admisión a tratamiento. Por este motivo, te recomendamos que reserves una consulta gratuita con nosotros y comentes las posibles opciones.

Los resultados varían en función de la edad y las afecciones de los niños, pero las mejoras más comunes son:

Puedes consultar las opiniones de los padres de los pacientes en nuestro canal de YouTube o contactar con nosotros para solicitar informes de casos.

En la clínica, tenemos nuestra propia cocina y cocineros. Proporcionamos comidas para el niño y los padres acompañantes, incluidas peticiones especiales; somos conscientes de que los niños con TEA pueden ser quisquillosos con la comida. No hace falta decir que también hay un espacio para jugar para los niños.

También contamos con un especialista en logopedia y un terapeuta ocupacional para trabajar con el niño si es necesario.