Sufrir de pancreatitis crónica puede suponer una carga significativa en la vida de un individuo. Se trata de una afección irreversible que afecta a la capacidad del organismo para digerir los alimentos. Si bien existen varias opciones de tratamiento disponibles para los pacientes, la mayoría únicamente se ocupa de los síntomas y muchos pacientes no desean considerar opciones quirúrgicas por distintos motivos.
Es por eso que muchos pacientes recurren a tratamientos alternativos para encontrar una solución más permanente y satisfactoria a esta afección. El uso de la terapia con células madre para la pancreatitis es un tratamiento muy prometedor.
Este artículo abordará la terapia para la pancreatitis crónica con células madre y las particularidades del uso de células madre para el páncreas. También responderá a la pregunta de qué es el trasplante de células madre y la pancreatectomía para la pancreatitis crónica, entre otras cuestiones.
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¿Qué es la pancreatitis?
El páncreas es una glándula que se encuentra detrás del estómago. Su función en el organismo es la producción de enzimas para la digestión y la producción de hormonas como la insulina. La pancreatitis es una afección médica que se caracteriza por la inflamación del páncreas.
Dependiendo de cuánto tiempo dure, se puede decir que la pancreatitis es aguda o crónica. Los síntomas y los resultados son distintos dependiendo del tipo que tenga un paciente.
¿Qué es la pancreatitis aguda?
La pancreatitis aguda es una pancreatitis que generalmente se resuelve en una o dos semanas. Es la inflamación repentina del páncreas que dura un tiempo relativamente corto. El pronóstico es bueno y la mayoría de las personas se recuperarán por completo.
En este caso, los pacientes experimentan un dolor intenso en la parte superior del abdomen. Muchas personas con esta afección afirman que el dolor empeora después de ingerir alimentos. En ocasiones, los pacientes pueden sentir este dolor en la espalda. También tienden a experimentar náuseas, vómitos y fiebre.
¿Qué es la pancreatitis crónica?
La pancreatitis crónica es significativamente diferente de la pancreatitis aguda. En lugar de una inflamación repentina y dolorosa, los pacientes experimentan una inflamación prolongada en el tiempo. Esta afección es irreversible y este daño constante al páncreas da como resultado la fibrosis de la glándula.
Los pacientes con pancreatitis crónica tienen dolor abdominal constante. En ocasiones, puede ser tan grave que les impida realizar sus actividades cotidianas. A causa del efecto a largo plazo del daño pancreático, los pacientes pueden percibir otros síntomas relacionados con las funciones pancreáticas.
Por ejemplo, a causa de la digestión deficiente de los alimentos, puede producirse una pérdida de peso inexplicable. Dado que el páncreas se encarga de descomponer las grasas, cuando se ve afectado, los pacientes pueden presentar heces grasas. Esto se conoce como esteatorrea.
Una de las complicaciones más temidas de la pancreatitis crónica tiene lugar cuando se daña la parte del páncreas que produce insulina. Cuando esto sucede, el paciente desarrollará diabetes. Esto se caracteriza por un alto nivel de azúcar en sangre y presenta sus propios síntomas.
¿Cuál es la causa de la pancreatitis?
La pancreatitis tiene lugar cuando las enzimas digestivas de la glándula se activan antes de entrar en el tracto digestivo. Estas enzimas atacan e irritan las células del páncreas. Esto es lo que conduce a la inflamación.
Existen varias condiciones que pueden ocasionar la activación de estas enzimas. Entre ellas se incluyen las siguientes:
- Alcoholismo
- Cálculos biliares en el conducto biliar
- Cáncer de páncreas
- Consumo de determinados medicamentos
- Niveles elevados de triglicéridos en sangre (hipertrigliceridemia)
- Lesiones abdominales
- Cirugía abdominal
- Obesidad
Cómo se diagnostica la pancreatitis
El historial médico y los síntomas del paciente serán lo primero que emplee el médico para intuir la enfermedad. Cuando un médico tiene sospechas de pancreatitis, puede ordenar pruebas para diagnosticar la enfermedad.
Las pruebas que podrían realizarse para diagnosticar la pancreatitis incluyen cualquiera de las siguientes:
- Marcadores enzimáticos: un análisis de sangre empleado para medir los niveles de enzimas en la sangre. En este caso, las enzimas digestivas amilasa y lipasa. Estas se filtran en la sangre cuando hay daño pancreático.
- Pruebas de imagen, como ultrasonido o tomografía computarizada. Esto ayudará a proporcionar imágenes del páncreas y las estructuras asociadas. Esta es una forma sencilla de detectar anomalías físicas.
- Los niveles séricos de calcio y triglicéridos se pueden emplear para encontrar las causas de un caso de pancreatitis.
- Las pruebas de heces se pueden usar para evaluar la cantidad de grasa en las heces. No obstante, el deterioro significativo en la digestión y absorción de grasas solo tiene lugar en enfermedades avanzadas.
- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica: esta prueba de imagen ofrece la mejor imagen del sistema ductal del páncreas. Es la mejor prueba para diagnosticar la pancreatitis crónica.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la pancreatitis?
Por lo general, el tratamiento de la pancreatitis se centra en controlar el dolor, asegurar una hidratación y nutrición adecuadas (por vía parenteral, en caso de ser necesario) y otros medicamentos en algunos casos.
En muchos casos, la cirugía es una opción. En los casos en que la afección es ocasionada por cálculos biliares, es posible que sea necesario extirparlos quirúrgicamente. A veces, puede ser necesario extirpar partes del páncreas, como en una pancreatectomía parcial o total.
No obstante, optar por un programa que use terapia con células madre para la pancreatitis puede ser una alternativa muy prometedora. Puede mejorar los síntomas de la pancreatitis en mayor medida que el tratamiento tradicional, sobre todo gracias a la posibilidad de usar células madre para regenerar el páncreas.
Procedimiento de tratamiento con células madre
El procedimiento para el tratamiento de la pancreatitis crónica con células madre consta de varias etapas. Algunos de estos pasos pueden prolongarse durante semanas, si se emplean células del propio paciente (autólogas) para la terapia, o días, cuando se trata de células donadas.
El primer paso es recoger las células madre mesenquimales de los tejidos propios o donados del paciente. Estas células normalmente se obtienen del tejido adiposo, la médula ósea o el cordón umbilical. Para recoger el material biológico autólogo, se lleva al paciente al quirófano. Se le limpia la piel, se le aplica anestesia local o general y, a continuación, se recogen las muestras.
Después, es necesario procesar adecuadamente las células. Aquí es cuando se extraen las células madre del páncreas y se preparan a partir de la muestra. Antes de inyectar el fármaco de células madre para regenerar el páncreas, las células se cultivan en condiciones controladas para obtener un gran número de ellas. Esta fase suele ser la más larga y puede alargarse hasta cuatro semanas.
Una vez que las células madre están listas, se puede comenzar la terapia para la pancreatitis crónica con células madre. Esta es la fase en la que las células se introducen en el cuerpo. En el caso de la terapia con células madre para la pancreatitis crónica, esto se lleva a cabo mediante infusión intravenosa. El paciente debe permanecer relajado mientras se le administra la infusión durante una o dos horas. Estas células madre se desplazan a los lugares de la inflamación y los tejidos dañados y garantizan su curación.
Seguridad y efectos secundarios
La terapia con células madre es muy segura cuando la aplican profesionales clínicos experimentados. Un estudio en el que se emplearon células madre mesenquimales derivadas del cordón umbilical no halló efectos adversos importantes tras el tratamiento para la pancreatitis crónica con células madre.
La mayoría de los pacientes toleran muy bien el tratamiento con células madre, sobre todo si se realiza en un centro de terapia con células madre con personal cualificado y experimentado. No obstante, debe tenerse en cuenta que todos los pacientes son diferentes y que no es posible excluir por completo el riesgo de aparición de reacciones. Una vez más, cuando se lleva a cabo en un centro profesional, se puede minimizar el riesgo y el resultado de las reacciones.
Coste de la terapia con células madre para la pancreatitis
En general, la terapia con células madre resulta bastante cara, ya que en algunos casos puede costar hasta decenas de miles de dólares. No obstante, el precio exacto puede variar, puesto que cada paciente es diferente y los costes se definen según lo que incluya el programa de tratamiento.
Por ejemplo, algunos pacientes se decantan por el tratamiento hospitalario y la duración puede variar, otros pueden necesitar tratamientos adicionales, el número de inyecciones y células madre necesarias también puede ser distinto, y otros aspectos del tratamiento deben adaptarse a cada persona. Todo esto puede repercutir en el coste.
Para obtener un presupuesto más preciso del coste de la terapia con células madre para tu caso, ponte en contacto con la Clínica para informarte. No solamente conocerás el coste del tratamiento, sino que podrás obtener respuesta a tus dudas y preguntas más urgentes.
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Mejora de la calidad de vida con células madre
La pancreatitis crónica es una enfermedad que no tiene cura definitiva. Muchos pacientes no están satisfechos con el uso de medicamentos o la opción de cirugía. La terapia con células madre ofrece una gran oportunidad para que se recuperen y mejoren su calidad de vida.
Si bien los efectos del tratamiento difieren entre los pacientes, este es un procedimiento muy seguro. Así que la cuestión es, ¿merece la pena seguir con tratamientos bien establecidos que no restauran la función completa cuando existe una opción revolucionaria como la terapia para la pancreatitis crónica con células madre?
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